Te atesoro

Y te preguntarás: ¿Cómo me atesoras? ¿Por qué lo haría?

Existen millones de segundos para guardar y apreciar cada remembranza que inventamos...

Contigo el tiempo no existe porque me invitas a sumergirnos en una realidad paralela en donde cada interacción y roce que tenemos —por mínimo que este sea— lo siento como si nunca antes hubiera tocado a un semejante... y lo atesoro.

Atesoro el sonido de tu risa tan ingenua que compartes conmigo y termina en una inevitable lucha de entusiasmo...

Atesoro mirarnos por breves segundos de formas tan profundas que puedo gritarte con mis ojos "mi amor frenesí"...

Atesoro nuestros intercambios de energía que me hacen desear más de ti...

Atesoro tus pequeños actos de afecto que electrifican todo mi plano material.

Atesoro nuestro lenguaje inconsciente y sonrisas secretas...

Atesoro tus manos y labios, que me envician en cada encuentro...

Atesoro la sinceridad de nuestras charlas...

Atesoro nuestros momentos torpes y simples...

Atesoro tu corazón... ¡Te atesoro a ti!

Y aunque no hallara razones por las cuales atesorarte, yo lo haría, porque contigo puedo ser yo, porque me das paz, porque descubrí que eres mi lugar seguro.

Porque decidí que sos tú, el amor que necesitaba.

–Renata Lara.